teatro isabelino

El teatro isabelino se refiere al teatro que se dio en el siglo 16 durante el reinado de Isabel, en esta época el teatro tuvo muchísima importancia pues a la reina Isabel le gustaba mucho, era muy fanática de las obras teatrales y asistía a todas, en este teatro el principal autor es Shakespeare.

Los teatros en los cuales se relataban las obras de teatro durante la época isabelina tenían varias características que eran:

Construidos por madera y piedra en forma de polígono o circulo, tenían muy mala acústica por ser de los primeros teatros, eran techados con tres niveles para separar las clases sociales, ya que al teatro artista todas las personas aunque fueran pobres o ricas.

El teatro isabelino tocaba temas considerados como prohibidos o tabúes sociales, como el sexo, canibalismo, locura etc. Era por esto que era tan solicitado y famoso porque esto era lo que a la gente de la época le gustaba. Se empleaba el verso y la tragedia era el tema mas utilizado en este tipo de obras, aunque luego se empieza a ver la tragicomedia que es una mezcla de drama y cosas gracias.

No era permitido que las mujeres actuaran en el teatro isabelino ya que ellas debían estar era en la casa y no trabajando y era por esto que los papeles femeninos eran representados por hombres afeminados o castrados.

El grupo de personas que organizaban las obras eran llamados “compañías teatrales” y algunos de ellos tenían sus propios teatros.

Las obras en el teatro isabelino tenían poca escenografía pues la escena estaba cambiando constantemente y las obras representaban largos lapsos de tiempo.

El teatro isabelino puede explicar la naturaleza del amor, pues es algo que prácticamente nos permite “meternos” en la obra por lo que podemos llegar a sentir las emociones y el amor que hay entre ellos ya que lo hacen con mucha pasión.

Los principales autores del teatro isabelino eran:

Shakespeare: este autor rompe con las unidades de espacio, tiempo y acción, además mezcla géneros y en sus obras podemos ver violencia y magia. Los protagonistas siempre eran hombres admirables pero imperfecto y las personas se sentían identificadas con esto.

Christopher Marlowe: sus obras atentaban contra la moral, la corona y la iglesia ya que ek era ateo.